domingo, 31 de agosto de 2014

Google AdWords

Google AdWords



La vida es un paréntesis entre dos nadas, es una frase de Mario Benedetti, que elegí para mi blog personal, el cual se trata de una especie de autobiografía.



LA VIDA ES UN PARENTESIS ENTRE DOS NADAS


UNA CONTRIBUCIÓN A LA CONFUSIÓN GENERAL


Es un título mentiroso, porque la contribución pretende publicar algunos artículos que considero importantes, y determinados de ellos pueden invitar al debate.

UNA CONTRIBUCIÓN A LA CONFUSIÓN GENERAL



SIN PENAS NI OLVIDOS


En mi paranoia, fui levantando un muro, sintiéndome cómodo y a salvo con ese aislamiento, perdiendo la capacidad para razonar correctamente, lo que me llevó a tocar fondo. Lenta y trabajosamente, fui recomponiendo mi estado, y hoy llevo una vida casi normal, aunque cómoda con mi locura.

http://raulcelso22.blogspot.com.ar/SIN PENAS NI OLVIDOS


MR. HYDE & DR. JEKYLL


Hace tiempo tenía mi blog con este nombre, y lamentablemente ha desaparecido, no pudiendo encontrar en mi caja de Pandora, algún respaldo, algún archivo, alguna copia, por lo que lo reinicio, con las mismas ganas de antes, aunque con un poco más de madurez... o tal vez, lo que maduró es mi locura, pero de eso no deben preocuparse, porque no es una enfermedad contagiosa.

MR.HYDE & DR. JEKYLL




VIVE SIEMPRE COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA DE TU VIDA

Vive siempre como si este fuera el último día de tu vida, porque el mañana es inseguro, el ayer no te pertenece y solamente el hoy es tuyo. 

MAXIMILIANO KOLBE


http://raul-tato.blogspot.com.ar/http://raul-tato.blogspot.com.ar/




Mi padre



Don Raul. Sí, así a secas. Parece que a los abuelos Don Juan y Doña Ana, se les acabó la imaginación cuando nació mi viejo ¡Viejo, mi querido viejo! y le pusieron un solo nombre. Patronímico que ligué yo después, como se acostumbraba en la época con el primogénito, más el agregado de Celso, por cuestiones totalmente intencionadas, que contaré en otra oportunidad.

Nació en la Colonia Presidente Avellaneda el 20 de Abril de 1926, y falleció súbitamente el 14 de Abril de 2005, a seis días de cumplir sus 79 años.

Por entonces, estaba jubilado, luego de 40 años de servicio, en una empresa que era lo más grande que tenía Avellaneda, y lo sigue siendo, aunque sus plantas fabriles estén ubicadas en otros lugares de la provincia y de distritos vecinos. Una fábrica que produce aceites vegetales y subproductos de las oleaginosas. Don Raul hizo de todo: mecánico, mantenimiento, turnos. Lo exprimieron muy bien, y se retiró con una jubilación roñosa.   

  

Estas fotos no son de mi padre, pero ilustran trabajos similares a los que hacía él.

En su lugar de trabajo seguramente tenía apodos, porque allí los compañeros de trabajo eran terribles para las  bromas, las cargadas, y cuando bautizaban a sus colegas con un alias. Pero no recuerdo el mote de Don Raul, un poco porque era muy reservado en contar esas cosas. Simpatizante de River, sufría con su radio a transistores, escuchando los partidos, y más adelante en la televisión, aunque no era de gritar los goles, pero parecía un Macaya Márquez con sus comentarios.  

En sus últimos años, papá tuvo una vida bastante tranquila. Es una redundancia, pero todas sus amistades y quienes lo conocían, decían de él que era muy tranquilo y buenazo. Es cierto, no alzaba la voz, era prudente en sus discrepancias con alguien, y nunca se peleó ni de palabra ni a las piñas.

Apenas retirado de sus labores, como era una persona de mucha destreza personal para tareas manuales, como albañilería, reparaciones eléctricas y otras actividades, se estuvo ocupando de esos menesteres, en su casa, o en la de sus hijos. Luego comenzó a quedarse un poco más quieto, compartiendo las veinticuatro horas del día, con Doña Teresita. Con ella, miraban televisión, jugaban al chinchón o a la loba, pero por sobre todo rezaban. Era muy creyente, y asistió a los oficios religiosos, hasta el último domingo antes de morir. Sus salidas eran: hacer las compras en los supermercados cercanos, alguna visita a mi casa de vez en cuando, recorridas por médicos y sanatorios y algo de esparcimiento.

Su entretenimiento, aparte de seguir a River, era concurrir al Círculo de Obreros, entidad que actualmente perdura, y una de las primeras instituciones que fundaron los inmigrantes, venidos a estas tierras vírgenes en 1879. Los sábados por la tarde, y domingos todo el día, habilitaban allí el servicio de bar que en ese tiempo era exclusivo para socios de la entidad. Entonces Don Raul, iba generalmente en la tarde dominical, y compartía con gente que era casi toda de su edad, partidos de truco (juego muy popular en el Río de la Plata, que tiene como aditivos una gran dosis de picardía y de mentira, porque con habilidad se puede ganar una mano, aún teniendo las cartas de menos valor), chinchón o Chin Chon, que también se jugaba con barajas españolas de 40 naipes, y otros que posiblemente tengan otra denominación pero se conocía por Chinquín y Tres Siete. Jugaban al truco con un compañero o dos, es decir truco de cuatro o de seis. La apuesta era por el pago de la copa que bebían; por lo general una cerveza, o un vaso de vino tinto o blanco, algún vermouth y ocasionalmente algunos copitas de bebidas llamadas “blancas”, de mayor graduación alcohólica, con marcas creo desaparecieron del mercado (todas no), pero alguna realmente brava: licor Tres Plumas, con sabor parecido al querosén, pero que se daba el tupé  de figurar en la etiqueta como Coñac; Cubana sello verde  y sello rojo; Hesperidina, Pepermint, Anís 8 hermanos, Anís turco, ginebra Llave, y solo algunos más pudientes, saboreaban algún Whiskey, pero no de marca de alcurnia, o Coñac como el Otar Dupuy o el Café al Coñac. Mi viejo era moderado, y no pasaba de la cervecita o algún vaso de vino, salvo en invierno que podía libarse un par de copitas de algún licor. En el truco los compañeros se hacen señas, que identifican las cartas más poderosas que tienen, o que no cuentan con ninguna de ellas; estas señas no deben ser vistas por los contrarios, y si se sienten observados, hasta en las señas mienten, porque hacen creer que tienen tal o cual carta, y de verdad no era así. Algunas mesas eran alborotadas por los gritos, de ¡Truco! ¡Quiero retruco! ¡Quiero vale cuatro! ¡Envido! ¡Falta Envido! Se hacían preguntas cancheras entre compañeros para investigar o proponer que juego haría el que era mano. Por supuesto que las respuestas también podían ser engañosas para los oponentes.    .  

El juego llamado “Canasta”, era practicado más bien por el sector femenino, que por supuesto no concurría al bar, sino que lo hacían en reuniones familiares,en la casa de alguna de las participantes.  Y en familia, se solía jugar al chinchón, escoba de 15, la casita robada, o el culo sucio.

Tenía la intención yo de relatar sus orígenes, actividades de campesinos, y vivencias personales compartidas conmigo y mis hermanos, pero lo dejo para el próximo capítulo.

Aunque ya no está le dedico estas dos canciones:

Piero

LETRA 'MI VIEJO DE PIERO'


Es un buen tipo mi viejo 
que anda solo y esperando, 
tiene la tristeza larga 
de tanto venir andando. 

Yo lo miro desde lejos, 
pero somos tan distintos; 
es que creció con el siglo 
con tranvía y vino tinto. 

Viejo mi querido viejo 
ahora ya camina lerdo; 
como perdonando el viento 
yo soy tu sangre mi viejo 
Yo, soy tu silencio y tu tiempo. 

El tiene los ojos buenos 
y una figura pesada; 
la edad se le vino encima 
sin carnaval ni comparsa. 

Yo tengo los años nuevos 
y el hombre los años viejos; 
el dolor lo lleva adentro 
y tiene historia sin tiempo. 

Viejo mi querido viejo, 
ahora ya camina lerdo 
como perdonando al viento; 
yo soy tu sangre mi viejo. 
yo, soy tu silencio y tu tiempo.

EL TATA ESTÁ VIEJO - Canción

Letra y Musica: Rafael Carret

Rafael "Pato" Carret

El Tata está viejo, 
lo "vide" esta noche 
armar su cigarro con dificultad, 
el pucho encendido 
temblaba en sus labios 
como un tucu-tucu en la oscuridad.
Ya no se levanta 
a matear temprano, 
no cruza al galope, va al trote nomás... 
se pasa las horas 
junto a la tranquera 
mirando el camino pasar... y pasar...
(Estribillo) 
Recuerdo a mi Tata 
en sus años mozos, 
fuerte como un tala, como un ñandubay! 
Hoy parece un sauce, 
'ta "tuito" encorvado, 
qué pena si un día me llega a faltar.

El Tata está viejo, 
si un día ha de irse, 
que ni se dé cuenta, al tranquito nomás... 
Diosito te pido 
que apagues su vida 
cual se apaga un pucho, solo sin pitar.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Mi madre

Mi madre


Mi vieja!!! ¡Cómo me hubiese gustado poder llamarla así, cara a cara, muchas veces! Sin embargo, no supe ni puedo hacerlo. Es un problema de instrucción impuesta posiblemente desde mi primer llanto en el momento de nacer. Es el génesis de lo que sellaría una educación despótica y sobreprotectora, fundamentalista y absurda, castrante y estampillada con hierro candente.

Tengo la sospecha, de que todo podría haber sido más afectuoso,  mucho más expresivo, y con una comunicación sin reprensión, fluida y transparente, cómoda y sincera.

En Argentina, usamos repetida y acostumbradamente, con las personas del entorno íntimo, y también en forma popular, el voseo, calificado incorrectamente en otros tiempos  como "la viruela del idioma", "negra cosa", "verdadera mancha del lenguaje argentino" e "ignominiosa fealdad".  Hoy y desde hace bastante tiempo, se acepta y practica el voceo en lugar del tuteo del idioma español. Ambos  son las formas de tratamiento de confianza de ese idioma.

En mi niñez, al igual que mis hermanos, llamábamos a nuestra madre o la nominábamos cuando hablábamos con otros de ella, con el mote de “mamita”. Esto había sido impuesto obligatoriamente por la vieja, que ni siquiera admitía le dijésemos mamá o mami. Debía ser mamita.

Ahora pienso, que esta obligación, es posible que haya desatado algunas rabias en mí, así que en oportunidades, detrás del “mamita”, se escondía algo parecido a “vieja de mierda”. Porque si el “mamita” te sale espontáneamente, como una erupción de verdadero cariño, es una cosa, y otra la obligación de ese tratamiento, que se me ocurre al tener que llamar a otras personas con palabras como: monseñor (horrible), majestad, patrón, amo.

La “vieja”, para el lunfardo tiene esta connotación: Tratamiento amistoso, aplicable tanto a mujeres como a hombres. "¿Que hacés, vieja, cómo andás?".  Para el tanguero, era inevitable cantarle a “mi vieja”, y ese machista porteño tenía idolatría por su vieja, la cual era intocable como la hermana, aunque ésta en un escalón más abajo.




Este machito de pacotilla, se floreaba con fruslerías sobre las mujeres: A esa atorranta, bagre, cachonda, en mi bulín ya me la curtí, pero me comí un  garrón  porque la mina tenía un chiche. Traducido en buen romance sería algo así: A esa prostituta, fea y muy excitable, la llevé a mi departamento y tuve sexo, pero obtuve un problema, porque la mujer tenía una enfermedad venérea. Me desvié del tema, pero en otro momento les cuento, cómo defendíamos a nuestras hermanas en la infancia.




...


No tiene fotos de cuando era una bebé, pero 
imaginemos conmigo que puede haber sido 
algo así.

Mi mamá nació en 1929, en medio de una familia numerosa, como casi todas las de los abuelos descendientes de inmigrantes. Es una de las pocas sobrevivientes de sus hermanos y hermanas, y hace poco cumplió sus ochenta y cinco años. Dentro de lo que puede esperarse, está bastante bien de salud, y en muchas de sus cosas se las arregla bien, pese a ser muy corta de vista, ya que con uno de los ojos no ve nada luego de una intervención quirúrgica.

Es pesimista, encerrada, fanática religiosa, miedosa, y se hace problemas por todo el mundo conocido por ella, pero especialmente por sus hijos que somos algo crecidos, sus nietos, y otros familiares y entenados.

Yo la visito con frecuencia, porque su casa no está a más de cuatrocientos metros de la mía, y es una tradición hacerlo sí o sí, los domingos por la tarde. Entonces charlamos, y lo que antes me deprimía y me alteraba los nervios, ahora que le agarré la mano, me divierte y trato de divertirla, mezclando fantasías con realidades, o escuchando pacientemente sus largos y repetidos relatos, haciendo esfuerzos de mi parte, para sacarla de temas en los que solía explayarse: enfermedades, muertos, curas, santos y afines. Ni hablemos de sus disparatados consejos.

Siempre fue una persona inteligente; completó la escuela primaria en un colegio de monjas del pueblo; dibujaba muy bien, y tenía una hermosa caligrafía; ya no, porque apenas puede garabatear algunas líneas en su habitual esquela del pedido de vituallas cuando mi hermana va al supermercado.

De carácter fuerte, casi autoritario, fue la que comandó la familia con órdenes y contraórdenes, mientras el bueno de mi papá, se aguantaba y ponía lo suyo, pero con una dulzura difícil de encontrar en un hombre. Creo recordar algunas imágenes de mi niñez, en la que la doña tenía ataques de celos –el viejo poseía su pinta-  y bastaba algún saludo cordial a una mujer que pasaba por la vereda, para que ardiera Troya.

Fui y soy el preferido de sus hijos, y esto fue y sigue siendo lamentable para mí. Con una férrea disciplina, tenía que ser el hijo prodigio, el primero en todo, el modelo para mis hermanos y para otros. A través de los años la fui decepcionando, pero aún cree que soy especial.

Por hoy los dejo con esto: Madre: La palabra más bella pronunciada por el ser humano. – Kahlil Gibran



Elijo a Pappo, en una de sus canciones, que tal vez no sea lo mejor que hay sobre el tema, pero para mí vale:
  Letra de la canción
Mi vieja
Intérprete: Pappo




Mi mama todas las mañanas
con el café me viene a despertar
me trae el desayuno a la cama
no existe nadie como su mama
no existe nadie como mi mama

Mi vieja es una jubilada
toda su vida laburó sin parar
toda su vida
toda su vida
toda su vida laburó sin parar
toda su vida laburó sin parar

Nadie se atreva, a tocar a mi vieja
porque mi vieja, es lo mas grande que hay

Mi vieja va a plaza con pancartas
con las pancartas que yo mismo le arme
ella protesta porque ya esta harta
de que le afanen una y otra vez
de que le afanen una y otra vez

En una de las manifestaciones
vino la cana y se la quiso llevar
por reclamar lo que le corresponde
se vuelve loco nos quiere matar!! 
me vuelvo loco los quiero matar!! 

Nadie se atreva, a tocar a mi vieja
porque mi vieja, es lo mas grande que hay

Nadie se atreva, a tocar a mi vieja
porque mi vieja, es lo mas grande que hay.

viernes, 22 de agosto de 2014

LOS CAMINOS DE LA VIDA

LOS CAMINOS DE LA VIDA



Emulando a Vicentico Muchas canciones de Vicentico (Gabriel Julio Fernández Capello) me han gustado, aunque una particularmente me ha tocado en su momento, en forma profunda, convincente y coincidente, con cada uno de sus versos. Hoy, en un burdo intento de emulación, muestro en primer lugar su canción, y después el mamarracho que sangra de mi corazón, para terminar ofreciéndoles el video que está en https://www.youtube.com/watch?v=jx0YUKT3HBg 


Caminos De La Vida 

Los caminos de la vida 
no son lo que yo esperaba 
no son lo que yo creía 
no son lo que imaginaba 

los caminos de la vida 
son muy difícil de andarlos
difícil de caminarlos 
y no encuentro la salida
 
yo creía que la cosas
eran fácil como ayer 
que mi vieja preocupada 
se esmeraba por dame
todo lo que yo quería 
pero tanto así no es. 
Porque a mi vieja 
la veo cansada de luchar 
por mi hermano y por mi 
por ella lucho hasta que se muera 
por ella no me quiero morir 
pero se que el destino es así. 

(Coro:) 
los caminos de la vida 
no son lo que yo esperaba 
no son lo que yo creía 
no son lo que imaginaba.

VICENTICO

Caminos de la vida

Los caminos de la vida
Resultaron los que elegí
Implicaron un empujón
Educación que recibí.

Los caminos de la vida
Transité con desviación
Orientado con turbación
Con el alma sentida.

Pensamientos encontrados,
Decisiones equivocadas,
Tropiezos y andadas
Con piedras y caídas.

Engañé y me engañaron,
En busca de vanas metas
Y mi vieja en chancletas
Mis ojos empañaron

Ella sigue en su tozudez
Yo con mi rebeldía
Alguna senda atraía
Más que otras señaladas

Yo esperaba ya no espero,
Yo creía  y ya  no creo
Imaginaba y no imagino
Maldigo mi camino.

HOMERO A.R.







miércoles, 6 de agosto de 2014

1952 – HECHOS Y SUCESOS.

1952 – HECHOS Y SUCESOS.



No pretendo hacer unas efemérides de los acontecimientos en Argentina durante el año 1952, en el cual les conté que mis padres contrajeron matrimonio y me concibieron, sino solamente destacar algunos hechos que dejaron huellas, y que por los datos que me dio después mi querido viejo, también de alguna manera influyeron en él.  
Evita ¿Tiene pinta de luchadora y defensora de 
los pobres, humildes, necesitados y laburantes, no?
A sesenta y dos años, no cambió mucho la cosa 
con quienes enarbolan esas banderas hoy.


Este es un año marcado por la enfermedad y muerte de Eva Perón. También mueren este año el Vicepresidente electo, Juan Hortensio Quijano, y el escritor Macedonio Fernández. Se estrena la película “Las aguas bajan turbias”, con Hugo del Carril como protagonista y director. También se presenta El túnel, sobre la novela del mismo nombre de Ernesto Sábato, con la participación de Carlos Thompson, Laura Hidalgo y Santiago Gómez. Con y la dirección de León Klimosky. Aparecen Bodas de Cristal, novela de Silvina Bulrich, Otras Inquisiciones y Antiguas literaturas germánicas, de Jorge Luis Borges. También se presenta la obra de Francisco Romero Teoría del hombre.
Hugo del Carril

Ernesto Sábato



Aunque mi padre era lector, supongo que estas obras literarias no llegaron a él, como al noventa y nueve por ciento de la población obrera y agricultora.  De todos modos, mis progenitores eran aficionados  al cine, pero esos estrenos deben haberse hecho en el pueblo, pasado mucho tiempo.
Según me confidenciaba cuando yo tenía uso de razón, la muerte de María Eva Duarte de Perón, aparte de todas las implicancias políticas y sociales, tuvo un especial impacto en la clase obrera. Hacía poco tiempo que Don Raul trabajaba en la fábrica de Aceites Vegetales y Subproductos, de Vicentín S.A.I.C. y entonces, por imposición de los sindicatos, era obligatorio concurrir al lugar del trabajo, con una cinta cosida en el cuello de la camisa Grafa u Ombú. En algunos lugares públicos, debían llevar el brazalete negro en la manga del traje. Mi papá nunca fue peronista, y me animo a decir que simpatizaba con los Radicales, aunque en estas cuestiones, cuando yo podía entender de la complejidad de la política, nunca expresaba sus aficiones ni sus oposiciones  en este sentido.

Luto obligatorio por el fallecimiento de Eva, 
impuesto por el aparato sindical peronista,
y por el gobierno fascista del General Perón.

Don Raul, hacía poco había dejado sus labores de campesino, la cual como se acostumbraba se compartía en el grupo familiar, por lo general numeroso, y en la que no estaban excluidas las mujeres. Trabajos duros, a veces bajo penosas condiciones climáticas, y con herramientas muy rudimentarias, de tracción a sangre. Caballos y bueyes, eran los motores para las tareas agrícolas, y éstos últimos tiraban de arados, sembradoras y otros implementos para cultivo y cosecha.

Arado de una reja tirado por un buey.

Don Raul y Doña Teresita

Y en este año, ante el altar, Don Raul y Doña Teresita se comprometieron quererse, cuidarse y respetarse, en la salud o en la enfermedad, hasta que la muerte los separe. Y eso es lo que hicieron.
Agosto de 2014